DESTINOS


Ischia, la isla de las mil luces...

Gabriel Mora y Romero
Andrea Piper



Naturaleza, cultura e historia se funden aquí de forma espectacular. La fascinante isla de Ischia concentra la mítica esencia mediterránea de la dolce vita.
Ischia es hermosa como un sueño... tanto si llegas a ella de día, cuando las olas chocan enloquecidas contra los escollos; como si lo haces de noche, cuando las luces de Ischia Porto, ciegan con su resplandor las fachadas de las casas, y el mar, sumido en el sueño, acuna las barcas amarradas en el puerto.

La blancura de las villas inmersas en el verdor y la linealidad de los cultivos (principalmente limoneros, naranjales y viñedos) que trepan por las escarpadas pendientes, contrastan con los matices cromáticos del mar.



Es encantadora... Ischia, por la atmósfera que la circunda, por sus colores, por el intenso perfume a mirto, a romero, que aletean en el aire.
Es verde... Ischia es verde. Arribando desde Nápoles, la isla no se ofrece como un gran pedazo de roca árida en medio del mar, en realidad presenta una vista encantadora, de sueño, como una gran nave abanderada para una fiesta, cuyos flancos, portillas, palos… se presentan increíblemente verdes. 

Incluso las cimas de las pequeñas rocas, a lo largo de la costa, aparecen embellecidas por el color verde. 




Isquia, conocida como la isla del dios Sol, es de origen volcánica, con pequeños pueblecitos encajonados en la costa y caracterizada por un clima mediterráneo del que se puede disfrutar incluso a partir de  marzo; la isla aparece envuelta en una explosión de colores, de perfumes y de aromas salvajes que anuncian el comienzo del verano.

Son muchas las actividades que se pueden hacer en esta espléndida isla, del senderismo a los paseos en bicicleta para los amantes del deporte y de la naturaleza, de las curas termales a las visitas de las numerosas atracciones, como la evocadora península de Sant’Angelo.

Crónica completa en la edición 87 de MESA y VINO!
Solicítela en: mesayvino@hotmail.com



Le Mans, ciudad de belleza y tradición... Sonia García-Iglesias


La ciudad de Le Mans es una de las más visitadas de la región del
País del Loira. Y no es de extrañar, con más de 7.000 años de historia,
mantiene intacto su patrimonio cultural e histórico más antiguo. Sus
calles estrechas con fachadas de entramado de madera se dibujan frente
a los vestigios de las murallas romanas y medievales. Sus paisajes bucólicos
a la vera del río Loira le dan un carácter único a todo lo que se encuentre
a su lado.



Le Mans es una ciudad viva, rebosante de arte e historia. Su casco antiguo,
uno de los mejores conservados de Europa, enamora a quien lo visita.
Aquí han vivido dinastías reales, como la de los Plantagenêts, que construyeron
un importante patrimonio cultural. Su catedral de San Julián
es el máximo ejemplo del poder de esa familia; con sus vidrieras, sus
esculturas, arquibotantes y agujas talladas compiten en belleza con sus
frescos. Una obra de arte desde la entrada a la salida. La muralla de San
Islario, el Conservatorio de Música, el Museo de Le Mans o la fuente de
los Jacobinos son otros espacios dignos de visitar.



Conforme se acerca se acerca el verano, la ciudad se transforma por completo cuando cae la noche... sobre todo en la de las Quimeras, en La Noche de las Quimeras, que pondrá justo enfrente, 1600 años de arquitectura bajo una luz nueva, diferente. 
Una puesta en escena espectacular en las que nueve hectáreas del antiguo casco, se rinden ante la belleza más absoluta... con unas proyecciones fantásticas. Y es que Le Mans, al anochecer, se vuelve pura magia...

En La Noche de las Quimeras, del verano, ¡todo puede pasar! esta noche es mágica. El espectáculo nocturno que tiene lugar durante los veranos en Le Mans son inolvidables. La ciudad se engalana cada noche en un espectáculo que inunda todo de color y animación. Sobre los edificios más representativos de la ciudad, se reflejan auténticas obras de arte a través de proyecciones... un mundo de siluetas fantásticas y fabulosas salen al anochecer para contarte historias increíbles y leyendas que tuvieron lugar,no hace mucho en Le Mans.



En La Noche de las Quimeras se conjuran los espíritus del pasado para devolver a los emblemáticos edificios de Le Mans la belleza y el esplendor del pasado. De martes a sábado, la luz se proyecta sobre las paredes de la Catedral, la Muralla Romana, o la Fuente de los Jacobinos, y entonces, la ciudad queda envuelta en un espejismo del que ninguno quiere despertar...
Mientras, los Plantagenêts sirven un banquete frente al Conservatorio, la reina Bérengère, deambula nerviosa por el patio de su museo… Y los Ángeles bajan
del cielo para asomarse a la Catedral de San Julián y ofrecernos un concierto celestial.!
Mitos medievales, historias de reyes y princesas, batallas apoteósicas… todo puede pasar en esta noche envuelta en una magia incomparable...


BRUJAS, ciudad mágica... Sonia García-Iglesias

No se necesitan muchas palabras para describir Brujas: su sólo nombre ya evoca un ambiente mágico e inolvidable. Quienes la han visitado lo dicen: un paseo por Brujas es un viaje al pasado, un cuento de hadas hecho realidad. 

 
Brujas, a sólo una hora en tren de Bruselas, entusiasma a todos por igual. Las vistas de sus canales, sus edificios históricos, su aire romántico, dejarán huella en la memoria. El casco histórico de Brujas fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.
Hace 800 años, Brujas era la primera gran capital del Condado de Flandes y una de las principales ciudades comerciales de Europa. Actualmente, dentro de las murallas de la ciudad se puede contemplar una enorme cantidad de monumentos y tesoros artísticos. Las murallas, torres y puertas de acceso a la ciudad medieval se conservan prácticamente intactas. Desde hace algunos años el tráfico de vehículos se regula en favor de los peatones. Por eso es recomendable dejar el coche en alguno de los lugares de aparcamiento, situados a un paso del centro. 



La forma más adecuada de visitar Brujas es a pie para poder disfrutar pausadamente de todos sus encantos. También puedes optar por un paseo en barca recorriendo sus canales medievales, durante el cual podrás contemplar la belleza de esta ciudad con una perspectiva diferente.
El corazón de Brujas se encuentra en el Grote Markt o Plaza Mayor, circundada por espléndidas fachadas como las del Palacio Provincial, el salón de los tejidos o " De Lakenhalle" y el imponente monumento conocido como Atalaya, símbolo de la libertad y de la autonomía de Brujas. 

En la Basílica de la Santa Sangre, del siglo XII, situada en el fortín (Burg), se guarda la reliquia de la Santa Sangre de Jesucristo. La Catedral de San Salvador, por su parte, es la iglesia parroquial más antigua de Brujas. La Iglesia de Nuestra Señora tiene la torre de ladrillo más alta de la ciudad.
No dejes de visitar el Centro y Escuela de Encaje, donde se puede aprender a hacer encaje de bolillos y visitar el museo. Otra de las visitas imprescindibles en Brujas es su apacible Beaterio, una reminiscencia de la Edad Media en pleno corazón de la ciudad. 

 
Brujas también tiene un aspecto actual y dinámico: en 2002 fue Capital Cultural Europea, lo que sirvió para revitalizar la ciudad y poner en marcha una serie de proyectos de la máxima actualidad, como su nuevo Auditorio o Concertgebouw, una impresionante sala de conciertos, con un variado programa de actuaciones y conciertos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario