La cita a las 11:00 hrs.
El lugar; el complejo de comedores La Hacienda de los Morales... que por cierto, pareciera sumido en una continua transformación...
Es triste constatar, -para los que conocemos de primera mano su historia-, que hoy, para donde se dirija la mirada, encontrará uno más, situado en donde en el pasado reciente había jardines y patios...
Como desgraciadamente ya es costumbre, debido a aquellos que no saben del respeto del tiempo de los demás, -incluido el Embajador de España, cuya residencia está a un par de cuadras, de donde se llevaría a cabo la cata- ya sabe, individuos que no se enteraron que la informalidad es un asunto de falta de buena educación, de la que se recibe en casa desde la primera infancia... que una vez más, llegaron tarde argumentando el intenso tráfico de vehículos, como si eso no fuera un tema del diario en esta ciudad, por lo que la cata, inició !DESPUÉS de las 12:00..!
Por su parte, estimo que los organizadores deberían de respetar el tiempo de los que tomamos las precauciones pertinentes, para cumplir con esa "cortesía de reyes", que es la puntualidad, pero... también es mucho pedir... ¿no le parece?
Pero pasemos a nuestro tema.
Siete copas en la mesa... -para siete vinos españoles con calificaciones arriba de los 95 puntos en esta Guía-, dispuestas para la experiencia.
Como dictan las "buenas maneras", comenzamos con un Cava, catalán, -muy reconocido por los conocedores, -aromático, complejo, de una burbuja finísima... que agradablemente rompió, -tanto la tensión que la espera fue gestando-, como la inercia que habita en todo inicio.
De los siguientes cinco, -todos tintos- sólo uno llamó mi atención por su conjunto de cualidades, que lo hacen un vino elegante, -aunque me pareció con una tendencia más de "corte francés" que español, comprensible al constatar que la bodega Numanthia, pertenece al emporio francés Moet Hennessy- pero a la vez potente, redondo, con un retrogusto largo, y una presencia de taninos sutil, que se hermana con una acidez balanceada... pero mi sorpresa mayor fue, que se trataba de un vino de la D.O. Toro.
De alguna manera, la costumbre nos ha impuesto otras D.O. españolas como referente de excelencia... en lo personal, jamás había bebido un "Toro" sobresaliente..!
Cabe mencionar, que los vinos fueron servidos a una temperatura más baja de la adecuada, -debido a la distracción que originó la espera antes citada- por lo que minó, -cuando menos al inicio-, la capacidad de apreciación... una vez que retomaron su temperatura correcta y se fueron oxigenando, "abrieron" con alegría, diría yo... el resto, cumplió, -según mi apreciación-, con las expectativas.
Y así, llegamos al ÚLTIMO, que fue -para mi gusto- el sobresaliente de la jornada... el Jerez Amontillado -100% Palomino blanco- Solera Familiar Gutiérrez ColosíaAM, !simplemente espléndido..!
Aqui, me gustaría mencionar, que dentro de la gama de vinos de Jerez, el Amontillado se distingue... es un vino "muy singular", ya que combinada la crianza bajo velo de flor, propia del Fino y la Manzanilla, con un período posterior en el que el velo de flor desaparece y el vino se expone a la oxidación.
Elaborado con uva Palomino, esa fusión de crianzas hace de los Amontillados, vinos extraordinariamente complejos e interesantes.
Las razones para su calidad y demás atributos, -me refiero concretamente al que caté-, están fincadas en una serie de afortunadas coincidencias, -en las que, como en muchos otros ámbitos-, el TIEMPO fue un rector prominente, y el que al fin y al cabo, acomoda las cosas en su sitio...
La breve historia que nos contó el bodeguero, nos lo dejó claro...
Se trató de un vino elaborado más de 80 años atrás, que en su momento, nadie quiso comprar... y ahí quedó almacenado, en espera... -ya ve que uno nunca sabe cuando...- hasta que un buen día, no hace mucho, llegó un comprador, y por la razón que fuera, se cató este "amontillado", que desveló una de virtudes francamente !sobresalientes..!
De una "complejidad" que sorprende... con un "guiño" dulce, -aquí es oportuno dejar claro que el "dulzor" no es una característica del buenJerez, que "debe ser seco", pero en este caso, enriquece- con el "cuerpo justo', de un tono añejo brillante -seductor sin duda- y un abanico de aromas, inusitado... y además, algo que me llevó tiempo identificar en el gusto, en la boca, -buscando en los archivos de mi memoria- porque tampoco es una característica propia de NINGÚN Jerez, pero que ahí estaba en éste... una discreta nota de ¡salinidad..!
La explicación, los años frente al Cantábrico... recibiendo la humedad salina que le lleva al Puerto de Cádiz la brisa del mar...
Nunca había bebido un Vino de Jerez como ése...
Desde aquí le envío felicidades al bodeguero Gutiérrez Colosía... y el deseo que el trabajo y el tiempo, sigan favoreciendo sus vinos...
Y a ustedes estimados lectores, que tengan una muy buena... !Salud..!
Gabriel Mora y Romero
Director General y Editorial
Aviso IMPORTANTE, estimados amigos y anunciantes,
NO SE DEJEN SORPRENDER..!
Les recordamos que MESA y VINO
NO TIENE, NI HA TENIDO JAMÁS asociados ni representantes,
Los ignaros reporteros, decanos del lobby GAY de las secciones de SOCIALES y espectáculos, Enrique Montero que se hace llamar Castillo Pesado y su pareja Tony Scheffler,
JAMÁS han tenido que ver con MI EDITORIAL y sus publicaciones.
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