lunes, 3 de noviembre de 2014

Desayunando con vinos de las Bodegas de REMIREZ de GANUZA... de la Rioja

Fue nuevamente La EUROPEA, líder indiscutible en la venta de vino en México, (y de muchos otros productos, incluidos los destilados y...) quien me invitó a la presentación de las Bodegas REMÍREZ de GANUZA en un desayuno en el restaurante Au Pied de Cochon, con el dueño y fundador de la prestigiada bodega Riojana, don Fernando Remírez de Ganuza.


Hombre de negocios, pero enamorado del vino, de la tierra, de la uva, funda su bodega en 1989 como una apuesta personal y bajo una premisa intocable, inamovible, que mantiene incólume desde el inicio mismo de su empresa:  "...hacer una selección exhaustiva de la uva e intervenir lo mínimo en el proceso de elaboración del vino para ser lo más fiel posible, tanto a la añada como a la viña..."
Hombre relajado, dueño de un fino sentido del humor, (que nos dice de su ingenio), conversó de manera clara, amena, sobre sus convicciones y procedimientos a propósito de la elaboración de vino de calidad, mientras nos disponíamos a probar dos de ellos: un blanco, que siempre cae bien de inicio, y sobre todo si son las ¡10 de la mañana!, el ERRE PUNTO del 2011, una afortunada mezcla de 70% de Viura y 30% de Malvasía, fermentado en barrica y desde luego, dueño de la certificación de origen de La Rioja.
Y el tinto FINCAS de GANUZA del 2006, típicamente Riojano diría yo, con el 90% de Tempranillo y el restante 10% de Graciano, que por cierto, le imprime un destello particular al gusto, con 25 meses en barrica, 80% de roble francés y 20% de roble americano.



Les platico del primero. El blanco ERRE PUNTO, es un vino elaborado a partir de mosto flor, que se obtiene mediante un macerador inertizado.
Su fermentación, explicaba don Fernando, se lleva a cabo en barricas nuevas de roble francés, pero, "dentro de una cámara frigorífica, pues la única manera en que se puede controlar la temperatura del interior de una barrica, es controlando la temperatura ambiente. Durante sus siete meses de crianza, utilizamos el batonage para potenciar su cuerpo y sus aromas..."
A la vista, resalta de inmediato su tono amarillo "alimonado" (como dicen allá en la Madre Patria), con fugaces reflejos verdosos de repente apareciendo por ahí... un vino limpio y brillante.
Es dueño de una nariz fina y de buena intensidad; a mi me pareció que ahí están las hierbas aromáticas frescas, la fruta tropical madura, también unas finas notas lácteas y, otras, muy delicadas, de la madera.
  

En la boca, me resultó de inmediato agradable, pero también dueño de volumen y equilibrio, no hay duda, tiene una estructura fina, y, "un final goloso", como bien lo describen los ibéricos, y además, con algunas notas del roble por el que pasó.
En términos generales, me pareció un buen vino, de esos que deben formar parte permanente de la cava personal, y es que siempre se agradece un blanco con barrica, ¿o no?,  por su elegancia y versatilidad, además, guarda una relación calidad precio de primera, no deje de probarlo, ¡se lo recomiendo!

Continuamos con el tinto FINCAS de GANUZA, un vino elaborado a partir de los "hombros" de los mejores racimos provenientes de viñedos cuya edad oscila entre los 25 y los 40 años. Su crianza se lleva a cabo en barricas nuevas de roble francés y americano.


Este vino es de un rojo rubí tan marcado, ¡que da gusto verlo..! De capa media alta y con un claro tono teja en el ribete, con una buena proporción de glicerol, por lo que su fina lágrima baja lento, pareciera que con orgullo y donaire, dentro de la copa.
Aquí debo hacer "un alto en el camino" y comentar, que me tocó probarlo de una botella recién abierta, por lo que el vino apenas recibía los beneficios del oxígeno, así que al principio me resultó un poco "incomprensible", sin embargo, conforme lo dejé reposar en la copa, fue creciendo, y al final, (unos quince minutos después), en los últimos tragos, "abrió" y entonces, sus bondades comenzaron a aparecer, dejando ver una personalidad compleja, y una afortunada congruencia con sus tonos...
En la nariz definitivamente tiene aromas intensos y complejos, con elegantes matices de crianza y una gama amplia de sensaciones conjuntadas con tino. Algunos perciben notas de fruta fresca, yo percibí más especias y vainilla. 
En boca, me pareció complejo, sin duda estructurado y por consecuencia equilibrado; con sus taninos presentes y maduros, y una acidez justa. Es definitivamente, por donde se le vea, un vino elegante, amplio y persistente, con notas balsámicas y de frutas rojas.



Los dos vinos son "sabrosos" tal y como los define "su bodeguero", muy recomendables por sus bondades y también por su relación calidad precio, tema que hoy, que estamos literalmente invadidos de etiquetas por las "cuatro esquinas", es de una importancia toral, así que le puedo asegurar que en este par de vinos, cada peso que pague, está más que justificado.
Los encuentra en cualquiera de las casi 60 tiendas La EUROPEA a lo largo y ancho del país. ¡Salud!

Gabriel Mora y Romero
Director Editorial

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