jueves, 21 de mayo de 2015

Catando vinos con MICHEL ROLLAND, el GURÚ del vino...

Invitado por La EUROPEA, estuvo en México Michel Rolland uno de los enólogos más célebres del mundo en la actualidad. Cuando recibí la invitación para asistir a conocerlo, conversar con él y catar 5 de sus vinos, no pude más que entusiasmarme, y acto seguido, cancelar de inmediato, los compromisos previos para esa fecha.


Y es que una oportunidad como esta, para los que nos gusta degustar vino, y entrar continuamente en los sorpresivos vericuetos que conducen al mejor entendimiento del "mundo vino", (como él lo nombra en su libro), de comprenderlo un poco más, de adentrarse un paso más allá en sus raíces, era una oportunidad imperdible... no todos los días se puede entrar en trato con un profesional de su experiencia y conocimiento.

El aprendizaje que se puede obtener en una cata con un conocedor del vino de esa categoría, -en la que se dialoga, se pregunta, se comenta...- es grande, y el placer de compartir sus comentarios y anécdotas con una copa de sus vinos en la mano, deriva sin remedio en una experiencia enriquecedora, ilustrativa, grata y cálida... sobre todo si contamos que su personalidad irradia confianza, simpatía, camaradería... y un sensible y fino, (atributos que también encontré en sus vinos), ¡sentido del humor!


Michel Roland es francés, nació en Libourne, hijo de viticultores de los que "heredó sabiduría rural, un cuello fuerte, y una risa que suena clara...", también el oficio y la profesión, pero sobre todo, el gusto por la tierra, el campo, los viñedos, la elaboración de vino, pero más allá de esos eventos que de manera fortuita "recibió" por aquello que muchos definirían como destino, conforme fue creciendo entre las vides, comenzó a desarrollar un sentido crítico de los métodos hasta entonces empleados en la elaboración de este maravilloso néctar, y echando mano de sus dones de reflexión y análisis a través de la serenidad, ésa que viene de la mano de la inteligencia y la cultura, emprendió, junto con otros de sus colegas, un cambio, una nueva manera de ver y entender los procesos de la elaboración del vino en sus terroirs franceses, y que con el correr de los años, fue llevando a otros países, resultando en una revolución en el concepto integral de la elaboración del vino, de sus sabores, y de las "definiciones" que de ello se desprenden; en otras palabras, una revolución que introdujo tecnología, ciencia y conciencia, modernidad y que redefinió el vino, según su dicho, "en los últimos 30 años..." 


Pero ya me ocuparé de escribir sobre mi experiencia de haberlo conocido, hoy les contaré de la cata, y por razones de espacio, solamente de dos de sus vinos, los últimos que catamos... en una siguiente entrega les hablaré de los tres que catamos primero.


El CHATEAU FONTENIL 2008 nos dio avisos de su calidad desde que me llegaron sus aromas a la nariz, ligeramente frutal, con ciruela presente, producto 90% de Merlot y el 10% de Cabernet Sauvignon, de viñas con un promedio de 40 años de edad, con 12 meses en barricas 75% de madera nueva... francamente gratos sus aromas.
Este rojo de Boudeaux, de la apellation Fronsac, es elaborado a temperaturas controladas en una combinación de toneles de madera y acero inoxidable, y según nos dijo monsieur Rolland, puede tener una guarda hasta de 15 años.
En lo personal me gustó mucho, desde su tono y su brillo intenso, un vino que en boca resulta suave y concentrado a la vez, sin duda un vino elegante que le recomiendo, no deje de probar.


Y terminamos esta experiencia que calificaría de cautivadora, con un 100% Malbec argentino, uva de la que Michell Rolland se muestra, no sólo entusiasmado, sino extasiado... el VAL de FLORES 2007, Mendoza... ¡buen vino! de viñas de 90 años (recordemos que el concepto de longevidad de los viñedos entre América y Europa es distinto, ya que la filoxera en Argentina no existió) de un color rubí intenso, hubo quien le encontró alguna nota púrpura, buena nariz, con aromas frescos a frutas rojas y negras, algo de vainilla y también, me pareció, con un toque de mineralidad...
Su creador, lo considera "un éxito..." ya que en la boca resulta un vino con un buen ataque fresco, persistente, alegre, y "emocionante..." calificativo que de alguna manera comparto con nuestro convidante.
En lo personal disfruto de los Malbec argentinos y este, el VAL de FLORES me parece un buen ejemplo de la evolución natural de estos vinos del cono sur; ¡no deje de probarlo!

Gabriel Mora y Romero
Director Editorial

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