9 tintas y 8 blancas, procederé a enumerarlas no por importancia ni por mayor producción o mejor sabor.
Las uvas Tintas son: Cabernet Sauvignon, Garnacha Tinta o Grenache Noir, Merlot, Nebbiolo, Pinot Noir, Sangiovese, Tempranillo y Zinfandel, Syrah o Shiraz. Blancas son: Chardonnay, Chenin Blanc, Gewürztraminer, Muscat, Riesling, Sauvignon Blanc, Semillon y Viognier.
Refiriéndonos a las tintas, la Cabernet Sauvignon, originaria del Médoc francés, es una uva cultivada en casi todo el mundo.
De aromas preponderantemente a casis fácilmente reconocibles, de permanencia en el tiempo sin perder su calidad. Los vinos jóvenes saben a cereza y ciruelas negras.
Los vinos maduros saben a madera nueva de roble francés y americano.
La Garnacha, Tinta o Grenache Noir como se le conoce en Francia, no es común encontrarla como varietal de un vino, casi siempre acompaña a otra variedad a la que le aporta sus aromas silvestres e inesperados a nueces tostadas, cuero, casis, miel, pan de jengibre, cerezas negras, pimienta.
En vinos jóvenes y vigorosos sabe sutilmente a fresas y frambuesas.
La Merlot, procede de la región de Burdeos y origina a vinos muy aromáticos a fresas, frambuesas, cerezas negras, casis, ciruelas, higos, peras, especias como canela y clavo y un toque de madera de sándalo y trufas, tabaco, regaliz y nueces.
Esto nos lleva a su principal característica de vino suave, taninos equilibrados que combina muy bien con la Cabernet Sauvignon y otras uvas así como vinos reconocidos de sólo la uva Merlot.
De la Pinot Noir, se tienen registros de haberse encontrado en Borgoña en el siglo IV, uva de exquisitos aromas a fresas, cerezas negras, setas frescas, tiene aromas complejos, etéreos o profundos, es todo eso que deriva en un vino elegante, sedoso, de acidez reducida, base en la elaboración del Champagne por su gran aportación a este vino.
La Nebbiolo, su origen se encuentra en las colinas de Novara, entre Turín y Milán en el norte de Piamonte. De aromas a alquitrán y rosas además de cerezas, ciruelas damascenas y moras, las especias de regaliz y la fruta seca; la acidez debe ser madura y existir un peso suficiente de carácter frutal y alcohol para equilibrar el tanino mientras el vino envejece.
La Zinfandel y la Primitivo italianas son la misma cepa que tiene aromas muy variados como a zarzamoras, frambuesas, arándanos, grosellas negras, guindas, ciruelas pasas y podríamos seguir mencionando casi todas las frutas que este vino al estar en contacto con la madera se expresa mejor.
Como dato curioso el estado de California USA esta muy insistente en convencer de que la Zinfandel es autóctona de ese estado, nada mas alejado de la verdad.
En Australia se han pulido elaborando muy buenos vinos que vale la pena probar.
La Tempranillo, también llamada Cencibel, Tinto Fino, Tinta del País, Tinto de Toro, Ull de Llevre en Cataluña y Aragonés en Portugal, es la uva emblemática de los vinos españoles que procede de Borgoña, siendo plantada en España por los monjes, que en sus correrías por el mundo, llevaron los sarmientos, utilizando sus frutos para sus ritos religiosos.
Marcados sabores frutales a zarzamoras, guindas, moras y frambuesas, también a mantequilla, y grosellas negras. Con todo el conjunto de aromas y sabores, resultan vinos excepcionales.
En la siguiente entrega seguiremos con los blancos y recuerden la única forma de saber de vinos es probar, probar y seguir probando.
Cordialmente
Hector Sanmiguel y Aguilar
Continuará
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