Para muchos, el vino espumoso es el vino más versátil, el que "se lleva bien" con más tipos de alimentos, sobre todo, para quienes prefieren éste célebre vino sobre tintos, rosados o blancos sin burbujas.
Pero los espumosos son los vinos que regularmente asociamos con celebraciones, con momentos de triunfo, de felicidad, e indefectiblemente, con los de placer... como ejemplo, vemos en los podios de la Fórmula Uno, a los tres primeros lugares descorchar una botella MAGNUNM y rociar por doquier el preciado líquido en un desborde de alegría.
Ya lo decía Napoleón, el gran conquistador galo, que:
En la victoria te mereces el champagne, en la derrota, ¡lo necesitas!
Sin embargo, repito, hay quienes lo prefieren para acompañar sus comidas, y como lo escribí en la primera edición (como revista impresa, después de años de ser una gaceta) de MESA y VINO! por allá del año 2004, muchos conocedores están de acuerdo y yo con ellos, que para maridar con vino espumoso, habría que catalogar los alimentos en 6 grupos:
SOPAS, ALIMENTOS SALADOS, ALIMENTOS FRITOS, ALIMENTOS CONDIMENTADOS o PICANTES, SASHIMI Y SUSHI, y desde luego, POSTRES, y tomar ciertos criterios para caer en coincidencias de sabores armónicos.
Pronto, estimados lectores, les haré llegar por este medio, (en entregas) aquel texto para que lo tomen en cuenta y experimenten las sensaciones ahí descritas, durante este mes de Noviembre que está vigente El LUJO de las BURBUJAS en La Europea con una extensa variedad de bodegas productoras de los espumosos de los países más emblemáticos que producen este preciado vino.
Como siempre, les deseo buen provecho, pero sobre todo...¡mucha salud!
Gabriel Mora y Romero
Director Editorial
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