El Derby de Kentucky no sólo es la carrera de caballos -para ejemplares purasangre de tres años de edad- más famosa del mundo, es también un cúmulo de tradiciones que el primer sábado de mayo de cada año, se refrendan, adquieren más propsapia y en este caso concreto, colorido y sabor.
Las tradiciones de esta celebérrima carrera de caballos que se realiza en la pista de una milla y cuarto, (2 km) del hipódromo de Churcill Downs, y más conocida como los Dos Minutos más Exitantes del Deporte, (The Most Exciting Two Minutes in Sports) porque ésa es su duración, -más que menos-, es también llamada a propósito de una de sus tradiciones; “La Carrera por las Rosas” (The Run for the Roses) por la guirnalda de rosas que se coloca al ganador.
Las rosas son una de ésas tradiciones de las que le hablaba. Hay rosas en todas partes, hasta en los sombreros de damas y caballeros, ¡otra de las tradiciones!
Una más que nunca falta, es la bebida, el cóctel, el clásico Mint Julep que es algo así como “la bebida oficial” de este evento que reúne a miles de asistentes.
Se estima que durante el Derby y en los eventos de las jornadas previas se consumen más de 120,000 Mint Juleps, como también, el Burgoo, un guisado de res, pollo, cerdo con verduras que es el plato más popular en el Derby.
Y seguimos con las tradiciones, año con año, sin excusa, los caballos desfilan frente a las gradas del hipódromo al ritmo del tema musical “My Old Kentucky Home”, compuesta por Stephen Foster, e interpretada por la banda de la Universidad de Louisville. Andrea Piper
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